lunes, 30 de mayo de 2011

El día que no pasó nada.

11 de junio del 2050.
A pesar de trabajar para uno de los cyberdiarios con mas seguidores, Roberto se sentía insatisfecho con su trabajo. Siempre había querido ser un periodista de los de antaño que tenían que salir al campo e investigar un escándalo de corrupción, un grotesco asesinato o por lo menos perseguir un famoso para confirmar un chisme de farándula. Ahora las camaras colocadas en todo lado se encargaban de convertir dichas noticias en cotidianidad.

Sin embargo después de cinco años creando artículos para la sección de cosas interesantes y artículos de ciencia, lo habían convencido de que no avanzaría más allá en su carrera. Y ahora con un hijo en camino el prospecto de abandonar dicho trabajo se veía mucho más lejano aún.

Necesitaba seguir pagando las cuentas médicas que el tratamiento prenatal genético (eliminación de asma, de tendencia diabética e incluso el lujo de que su hijo tuviese ojos color miel como Adriana quería) estaba consumiendo la mayoría de sus ingresos. Tan sólo tendría que esperar un mes más y el niño nacería, y las facturas se cambiarían por otras como alimentación, vestido y educación, pero por lo menos serían menores que las actuales cuentas médicas. "No existe mejor herencia que la salud". En tres generaciones más y su línea genética sería totalmente pura, sin ninguna enfermedad de las que en el pasado aquejaban al hombre.

Ese día su jefe lo contactó a su oficina casera y le dijo:

-Quiero que investigues todo lo relacionado con esa piedra con inscripciones que descubrieron en Groenlandia. De acuerdo al arqueologo que la encontró predice un cataclismo de nivel mundial para el próximo mes. Empieza con una serie de notas sobre 'fines del mundo' previos como en 1999, 2012 y el 2034. Estoy seguro que a nuestros suscriptores les encantará y podremos vender el espacio alrededor de la nota a empresas que te construyen un bunker en el patio trasero de la casa y las agencias de venta de oro y comida enlatada.

Con pereza observó que sería otro de esos artículos en que condensa un montón de información diseminada por la red para lectores perezosos que solo ingresaban a la red a hacer sus pagos, saludar amigos que no conocían y leer basura.

Encontrar información sobre el 99 no fue problema, fue el tiempo en que no existía computación cuántica, muchos se hicieron millonarios actualizando viejos sistemas para el Y2K. Supuestamente los aviones se detendrían en el aire y las plantas nucleares explotarían. Ese día no sucedió nada de lo predicho solo un actor famoso en los 70's murió de un accidente cardiovascular por consumir una novedosa droga contra la impotencia sexual.

Para la catástrofe del 34, en realidad fue tan solo un gigantesco truco publicitario concertado por las cadenas informativas para introducir su nuevo formato de video en 3D a la fuerza. Toneladas de equipos obsoletos fueron a parar a los botaderos de basura alrededor del mundo. La gente desprevenida acerca del cambio de formato se encontró a si misma desconectada del resto de la sociedad con equipos que no servían, muchos tuvieron que salir físicamente de sus hogares por primera vez en años e ir a una tienda a buscar un nuevo equipo que los re-insertara en la "vida real". El efecto del infocalipsis duró durante muchos años en la psique de las personas, justamente como los publicistas de ese entonces lo planearon.

Ahora bien, lo curioso fue la fecha del 22 de diciembre del 2012. Aunque encontró mucha información previa a la fecha: cientos de libros (libros de verdad), videos que transmitian por algo llamado cines, reportes de periodicos (una forma fisica de los medios, parecida a los libros de verdad) sobre las predicciones mayas y la kábala, no encontró nada posterior a esa fecha.
Incluso no encontró nada notable en la fecha misma. Abríó la enciclopedia en linea cargó la entrada referente a la fecha y nada: ninguna muerte (o nacimiento) de personalidades famosas, ninguna bomba explotó en el Medio Oriente, ni siquiera el resultado de un evento deportivo, tan solo la fecha en la parte superior de la entrada. Aquello le pareció muy extraño. El 21 fue la boda de una estrafalaria cantante que se divorció dos días después para casarse con su mejor amiga y el 23 la final de una copa de futbol, pero nada habia ocurrido el 22.

Como periodista registrado ingresó al sistema de informacion libre y buscó todas las notas periodísticas del 2012. Encontro 53 billones de entradas para dicho año, buscó las de diciembre que se redujeron a 18 billones, las de la semana del 22 que se redujo a 2.3 billones y por fin a la fecha del 22 propiamente y la pantalla solo mostro "0 results". Imposible, nunca había visto una busqueda en la red sin resultados.
Llamó a soporte del sistema y un técnico de voz perezosa le contestó al otro lado. Pregunto que si podía corroborar que no existía ninguna entrada en el sistema para el 22 de diciembre del 2012. El técnico tecleo durante algunos minutos y al final con un tono un tanto nervioso le contestó:

-Pues aparentemente no hay ningún registro con esa fecha.

-¿Porqué? fue lo único que acató preguntar Roberto-

-Pues porque no se incluyó ningún registro en esa fecha.

-¿Existe la posibilidad de que se borraran los datos de alguna forma?

-Imposible, todo movimiento en la base de datos queda registrado, pero bueno esa fecha fue antes de la computación cuántica, puede ser que no se haya incluido ningún registro en ese entonces" explicó el técnico.

-Pero si hay millones de registros para el día antes y el siguiente a la fecha, ¿como es que no hay para el 22 ? insistió Roberto.

-Si quiere lo puedo comunicar con mi superior.

Intuyendo la larga cadena de llamadas a las que se enfrentaría hablando con el superior y luego quien sabe cuantos superiores de este, simplemente dijo gracias y cortó la comunicación.
Viendo la pantalla en blanco Roberto pensó en como obtendría información alguna al respecto. Y ahora que lo pensaba nunca había hecho una nota sin consultar a la red.

-Siempre quise ser un periodista de antaño y hasta ahora me pregunto como investigaban sin la red..

Volvió a apretar la tecla de refrescar varias veces esperando que la pantalla le mostrara algo diferente. Nada. De repente una chispa salto en su cerebro y volvío a buscar las entradas referentes al partido de futbol del 23. Encontró que el goleador fue un tal Jorge Tiraforte. En unos minutos en el sistema de comunicación mundial logró localizar a Tiraforte. Con el pretexto de querer hacer una nota deportiva sobre la trayectoria de Tiraforte solicitó comunicarse con el mismo. Un hombre regordete y moreno de unos 60 años apareció en la pantalla. Después de las preguntas de rigor (donde vivía ahora, a que se dedicaba, etc.), Roberto lo llevó hacia el tema que le interesaba conocer:

-Hableme sobre la final del 23 de diciembre del 2012.

Con una sonrisa melancólica, Tiraforte empezó a hablar sobre dicho partido, recordando jugadas, compañeros de equipo y sobre todo sus goles. Roberto lo dejó extenderse algunos minutos, luego cuando sintió que el ego del viejo estaba lo suficientemente satisfecho le preguntó:

-¿Y la noche antes se sintió muy nervioso?

Tiraforte dirigió su mirada hacia arriba y dijo pensativo:

-Recuerdo que el 21 estaba nervioso porque mi primer hijo nacería al día siguiente y yo estaba lejos de casa y de mi esposa, entonces salí con los compañeros de equipo a relajarnos un rato y conocer la ciudad donde estábamos.

-Entonces su hijo nació el 22 de diciembre del 2012.

-Pues no, porque la misma noche del 21 mi esposa me llamó para decirme que el doctor atrasó la cesarea para el 24, por eso mi hijo se llama Jesús.

-¿Y el 22 que hizo?

-Mmmm... ahora que recuerdo nada en particular, en realidad no recuerdo que hice ese día, probablemente nos quedamos en el hotel descansando para la jornada del día siguiente... eso era siempre lo que hacíamos.

-¿Eso fue lo que hicieron o lo que cree que hicieron? instigó Roberto.

-Y yo que sé... viaje a muchos países, me quedé en muchos hoteles. dijo Tiraforte un tanto molesto.

Ante un confuso Tiraforte, Roberto le dijo que tenía la información que necesitaba para su nota y le facilitaría una copia de la misma en cuanto saliese publicada y cortó la comunicación.
La conversación con Tiraforte aunque infructuosa le había provisto de una nueva idea. Ingresó al Sistema de Comprobación Crediticia Mundial e hizo una búsqueda de todos los nacimientos ocurridos el 22. El resultado lo hizo levantarse de la silla y caminar nerviosamente alrededor de su oficina. Volvió a ver la pantalla y ahí estaba de nuevo: "0 results". Volvió a intentar. Decesos: "0 results". Cambios de títulos de propiedad: "0 results". Cualquier transacción comercial: "0 results".
Empezó a reir nerviosamente. Era demasiado para ser una casualidad. El Sistema Crediticio Mundial integraba bases de datos de América, Europa, el norte de Africa, el sur de Asia y Australia. Poco probable que el 22 de diciembre del 2012 no hubiese nacido un ser humano sobre la faz de la tierra.
"Talvez ocurrío algo con alguien fuera del sistema. Talvez algun desconectado sepa algo". Los desconectados eran las personas que no vivían acorde a la gente normal, no tenían identidad en la red y por lo tanto se encontraban fuera del sistema. La mayoría era gente de bajos recursos que no podía costearse los equipos básicos para conectarse a la red, durante el cambio de formato del 34 muchos pasaron a engrosar las filas. Otros muchos era gente que se había retirado voluntariamente dado que sus trabajos eran innecesarios gracias a las máquinas: carpinteros, zapateros, soldadores, sastres. A pesar de que los desconectados no eran vistos con buenos ojos (ya que sus hijos no eran mejorados geneticamente) se les consideraba buenos artesanos y sus productos valían mucho en el mercado normal.

Con el pretexto de ir a comprar una cuna de madera real para el bebé (lo cual alegró mucho a Adriana), Roberto salió al día siguiente. Tomo el tren hasta las orillas de la ciudad, utilizó un cajero para obtener dinero real y usando el servicio de transporte público de los desconectados ingresó a los suburbios por callecitas estrechas y casas coloridas. Preguntó al chofer donde podía obtener información sobre los nacimientos y con un aire receloso ante la pregunta del 'conectado', detuvo el transporte frente a un edificio con campanarios y una cruz metálica.
Roberto nunca había visto (y mucho menos asistido) a una iglesia real. Así como eran de bulliciosas las calles de los desconectados, eran silenciosas sus iglesias. En una ciudad moderna el ruido era controlado de forma que fuera siempre constante. El poder oir sus propios pasos en un edificio casi vació a excepción de dos mujeres que ignoraban la presencia del conectado, le pareció curioso. Cerca del altar vio a un hombre acomodando las vestimentas de una figura con una cara de terror. Mientras Roberto pensaba como dirigirse a este hombre (dado que parecía el encargado de la iglesia), este se volvio y le pregunto:

-¿Puedo ayudarle?

Si, estoy buscando datos sobre los nacimientos en esta zona.

-¿Trabaja usted para el gobierno?

-No, soy reportero, estoy haciendo una investigación social sobre la taza de crecimiento de los desco... de la gente de esta región. Roberto no sabía si un desconectado se ofendería por el uso del término.

-Ese es el tipo de información que busca el gobierno, en nuestro convenio solo proveemos cantidades de nacimientos, nunca datos personales como raza, sexo o defectos genéticos.

-Si yo se, y tan solo la información de cantidad es la que me interesa en este momento, pero no para el año presente, si no para el año 2012.

El cura sonrió para sí mismo burlonamente:

-Usted quiere saber cuantos de la 'generación del fin del mundo' habemos, yo nací en ese año. Un 20 de diciembre. Venga conmigo.

Roberto siguió al cura a una pequeña oficina detrás del altar. Buscando entre un montón de cuadernos viejos, el cura sacó uno que decía 2012 en la portada. Avanzó hacia el mes de diciembre, se detuvo en el 31 y dirigiendo el cuaderno a Roberto repitió la cifra escrita al final de la página:

-2356 ciudadanos al 31 de diciembre del 2012. Retrocedió al 20 de diciembre y señalo un nombre:

-Ahí estoy yo Gerardo Gonzalez, varón, tres kilos y medio, madre María Gonzalez, padre desconocido, hora del nacimiento 4 y 15 de la tarde. Bautizado inmediatamente por el padre Remigio.

-Podría ver los datos del 22. pregunto Roberto un tanto nervioso y emocionado.

-Ahh, usted quiere saber cuántos niños nacieron el día que el mundo se acababa.

-Quiero saber solo por curiosidad..

-Pues no nació ninguno. Hubo 2 nacimientos el 21 y uno el 23, como puede ver el padre Remigio no registró nada el 22, simplemente pasó de un día a otro, tampoco hubo bodas, bautizos, ni funerales..

Roberto supo en ese momento que aunque visitara todas las comunidades desconectadas alrededor del mundo obtendría la misma respuesta: el 22 de diciembre del 2012 no ocurrió nada.
Decepcionado solo preguntó:

-¿Donde puedo comprar una cuna?

-Lo llevaré al mejor ebanista de la zona, nacido y entrenado en nuestra comunidad.

El sol se estaba poniendo cuando llegaron a un taller, las partículas de madera perfumaban el aire. En él, un joven musculoso impusalba su cuerpo al lijar una mesa bellamente labraba, en un rincón del taller un anciano con cara de niño se mecía alegremente hacia atras y adelante en una silla, mientras gesticulaba y de vez en cuando soltaba una risita.

Mientras examinaba las diferentes cunas de suaves formas, Roberto volvía a ver el hombre en la mecedora. El Padre Gerardo al notar su curiosidad le dijo:

-Es un autista, una enfermedad que ya no existe entre los conectados. Pero también es un 'Savant'; alguien que recuerda todos los detalles de su vida. y dirigiendose al anciano: "Miguel, que pasó el 15 de setiembre del 2034"

Levantando la cabeza hacia el cura pero sin mirar a nadie en particular respondió:

-Ese fue el dia del Nuevo Formato, en la mañana comí queso, muy buen queso... llovió en la tarde, mucha lluvia! y en la noche nada servía, se fue la televisión, mamá salió a comprar otra tele... aún no vuelve mamá.

-La familia de este joven lo recogió 4 días después del cambio de formato, estaba comiendo alimento para perros el pobre. dijo el cura.

-¿Y en verdad recuerda todo? preguntó curioso Roberto.

-Si claro pregunte lo que quiera, por supuesto que solo recuerda cosas que hayan ocurrido durante sus 70 años de vida.

Tanteando Roberto pregunto:

-¿Que pasó el 23 de diciembre del 2012?

Sonriendo contestó:
-Hizo mucho frío, comí muchas papas, ricas papas, en la tele Tiraforte metió 3 goles a los chinos... pobrecitos chinos, en la noche mama me dio un chocolate.

-¿Y el 22 que pasó?

Cambiando completamente de expresión el pobre anciano empezó a sollozar:

-No me llevaron, me dejaron aquí... yo quería, yo quería ir... y después dejó de mecerce y no habló más.

Roberto volvió a casa y redactó un artículo omitiendo el hecho de que el 22 de diciembre del 2012 realmente no ocurrió nada.

***

Han pasado 38 años desde que dejamos la Tierra. Nos han criado para prepararnos a ser ciudadanos de la Galaxia. Hablamos el idioma universal que nos permite entender conceptos imposibles en una lengua terrestre. Cada cierto tiempo bajan a los planetas y toman una porción de su población, los demás ni cuenta se dan, ni recuerdan nada. Así desaparecieron los mayas, algunas tribus de Israel y nosotros los nacidos el 22 de diciembre del 2012, año de la Tierra. Así seguirán volviendo a la tierra y tomarán poblaciones enteras para diseminarlas por el resto del Universo. Aunque la Tierra un día muera abrasada por su propio sol, los seres humanos viviremos en todos lados. Siempre dejan una pista, la ultima fue una piedra en Groenlandia.

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